Diario de una emprendedora con fibromialgia.
Descubre mi día a día con fibromialgia. Cómo pasé de no poder trabajar a crear un negocio propio sostenible en el tiempo. Suscríbete aquí debajo:
Si tienes fibromialgia, probablemente tengas personas a tu alrededor diciéndote palabras vacías e inútiles, hablándote de que has de esforzarte más o incluso que eres cuentista.
¿Y sabes qué?
No tienen ni put* idea de qué es la fibromialgia.
Tu y yo sí sabemos lo que es. La sufrimos a diario.
Nos levantamos con dolor.
Nos acostamos con dolor.
El agua de la ducha parecen púas que se clavan en el cuerpo.
Cepillarse el pelo es como pasar una lija por la cabeza.
Los brotes de fibromialgia nos dejan postradas en la cama.
Pero …
¿Por tener fibromialgia nos tenemos que resignar a una vida de mierd*?
En absoluto.
No te voy a decir que hay una cura. No existe.
No te voy a cambiar la vida. No puedo.
No te voy a quitar el dolor. Eso lo intentan los especialistas.
Pero si puedo hacer algo por ti.
He pasado de sentirme inútil por no poder trabajar, a ser una emprendedora que vive de sus ingresos, a pesar de la enfermedad.
Y te voy a explicar cómo lo he hecho.
¿Donde? Aquí debajo:
Me llamo Mayka Ortiz.
Tengo fibromialgia grado 3, dolor crónico, ansiedad, depresión y una discapacidad que no me aporta ni un duro, por si te lo estás preguntando.
He dedicado parte de mi vida a la confección. Ahora es imposible.
Me presenté a una incapacidad profesional y me dijeron:
Eres apta para trabajar.
Tócate el higo.
No puedo casi ni levantarme de la cama, pero sí darme una paliza haciendo prendas 8 horas diarias a un ritmo frenético. Gracias papá estado.
Me condenaron a una frustración terrible y una sensación de inutilidad que con mucho esfuerzo he logrado quitarme de encima.
Me negué a sentirme una mierd*, a pesar del dolor.
Tras años de tratamiento emocional, grupos de terapia, rehabilitación y mucha reflexión, decidí que mi vida la controlaba yo, no la fibromialgia.
¿Qué hice?
Algo que parece una locura.
Monté una empresa.
Algunos me animaron.
Algunos me llamaron loca.
Algunos desearon (y desean) mi fracaso.
Y a pesar de todo, aquí estoy.
Con mi negocio.
Con mi dolor.
Con mi enfermedad.
Ganando mi propio dinero y soy autosuficiente.
No dejo que la fibromialgia me controle, aunque lo intente.
Descubre cómo lo hago.
Te apuntas gratis aquí debajo, si no te gusta, te borras gratis: