La supervivencia de un alma dolida ante las estructuras que la tenzan. Fibras que se estiran en afan de encontrar alivio, alivio sin escucha, sin cuasi comprención.
Peridida entre las sombras del dolor y la mente; tratando de armar el rompecabezas de la vida. Quien perdida en heridas invisibles con lágimas intangibles. Quien solloza su llanto imperceptible, su escencia desdibujada y su dolor imperante. Quien si no mas yo.
Con un ala rota, me ecuentro ante el dolor; razgada de cuerpo y alma, con implicancias, momentos, situaciones al límite hasta el extremo de agotar toda lágrima, todo grito, todo movimiento y todo caminar.
Si así se siente uno ante el dolor, atravezada, agotada hasta que el dolor se hace carne viva en los huesos y en todas las fibras. Dolor que me razga, que me rompe mi ala y me quebranta el alma.
Pero aun así mi vuelo sigue impecable al cerrar mis ojos, auque Dolor, saltas de un estado al otro, de lo invisible a lo visible, de lo perceptible a lo imperceptible. Dolor que no paras y solo sigues. Y en esa maraña de razones y sin razones del tejido de la vida voy errante en busca del alivio, voy errante sostenida en un hilo.
Hasta que aprendo a volar con “El Dolor del Ala Rota”.
Hasta que mi vuelo traza su propia música, su propio espacio y su propio tiempo.
Relato de: Lorena Vallejo Moreno. Visita su blog.
Hermoso y muy cierto
Lo es! gracias y muchos besos amiga!
HERMOSO. TAL CUAL. APRENDEMOS A VOLAR CON EL ALA ROTA. PERO AÚN ASÍ NO DEJAMOS DE VOLAR. NO ES TAN FACIL VERNOS CAER.
Hola Alejandra!!! Preciosa poesía de Lorena, reflejo total de nuestra situación y sí, no dejaremos de volar!!! Por más dificultades que tengamos, siempre estaremos ahí!! Un abrazo de algodón!!